sábado, 28 de enero de 2012
"El borde de Ítaca en las sombras del sueño". Tres poemas míos para evocar a Ulyses.
LA SOMBRA DE ÍTACA
en el borde
de esa deforme moneda
en la alforja
de degastado cuero
Ambos recuerdan y extrañan
un atardecer allí
El borde de la sombra
de un sueño:
él siempre es ausencia
ella cada noche es espera
***************
AHORA YA NO ES EL GUERRERO
Ahora es tan sólo un hombre
Y se sabe mortal,
aunque su aura
señala lo contrario
Fue herido
con la muerte de sus amigos
Con este lamento
zarpa, ahora, Ulyses
¿Hasta dónde llegará?
¿Volverá a pisar
el suelo de su tierra?
Ha zarpado, ya,
arriesgándose
a oscuras travesías
A nosotros,
que no aceptamos su desafío,
nos queda este Continente
que sólo deja escuchar
leyendas de temores
abismos, clausuras
***************
DEJÓ SU HOGAR
Fue. Luchó. Guerreó.
Vio amigos morir.
Vio dioses competir.
Vio muertes en demasía.
Se le agotó el alma/
escuchó el llamado.
Viajó de regreso.
Venció a Cirse/
el canto de las sirenas,
monstruos no imaginados.
Llegó a la costa de su hogar.
Pisó el suelo suyo,
de su pie quedó la huella.
Estaba de nuevo en casa:
el resto sería tejido de la memoria.
Rafael Sturla.
San Telmo. Distrito Federal. Enero de 2012
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