"La muchacha entra a la ciudad"
y ésta
se le prende al cuerpo
sin pensarse suelta.
El muchacho
compra el boleto interurbano
y en él la cosmópolis
hace pie e hipoteca sus días posibles.
De jóvenes
De hombres
De mujeres
de esos que entran a la ciudad
para salir de ella nueve horas más tarde,
nada sabemos:
Intuimos
que son esa
desgastada estela espectral
que acomoda otro torcimiento
entre una estación y otra...
(En el crepúsculo el día
busca razones para redimirse...)
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