sábado, 30 de abril de 2011

Don ERNESTO SÁBATO: un poema.



POEMA ESCRITO AL CALOR DE LA PRIMERA TRISTEZA

En la lejana Rojas, de su infancia,
y el sendero hacia el bosque.

Los primeros libros.
El asombro ante las Ciencias.
Los claustros universitarios.

El instante en que
lo deslumbró la sonrisa de Matilde.

Experimentos y registros
con su Maestro Houssay.

Una cena con su compañera
y en los hijos que le dio.

Una charla con Dostoiweski.

Un oscuro paseo
por lo que queda de Auschwitz.

Un encuentro con Sartre
muy cerca del Sena.

Las iluminaciones de Heráclito.

El irreconocible hombre de Bacon.

Las obras del gran Leonardo.

Los crímenes del Partido, su desencanto.

El peronismo insidioso.

Las contradicciones del Espíritu.

El retorno a Matilde.

Un gol a último minuto de su Estudiantes.

Un ejemplar de El túnel en islandés.

Un viaje a su infancia
y el árbol que ya no estaba.

Sus duelos dialécticos
con el otro gigante universal, J.L.Borges.

La Argentina de la muerte y el miedo.

El hijo que se le murió ya adulto.

El retrato inconcluso de E.A.Poe,
el bostoniano atormentado.

Sus nietos corriendo en el fondo
de la casa de Santos Lugares.

El Informe sobre el infierno: el NUNCA MÁS.

El adiós de su compañera de toda la vida.

Aquél Premio mayor que creyó no merecer.

La senectud, sus impedimentos.

Un pentagrama con su firma.

Un cálido silencio en compañía de Saramago.

El amor de tantos jóvenes, la admiración.

¡Qué le pasó por el alma cuando dejaba este mundo!!!


Bar EL FEDERAL. Carlos Calvo y Perú. San Telmo. 30 de abril de 2011.

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