viernes, 8 de julio de 2011

BERTOLT BRECHT. Tres poemas, (para preguntar e inquietar al ciudadano).



BERTOLT BRECHT no necesita presentación; pero vale consignar que lo conocemos en tanto dramaturo y director teatral, pero no en su faz poética, género que practicó y encaró... como un modo más de hablar de aquello que quería hablar: el ciudadano, en tanto "moldeado" por su tiempo y al que no siempre desafía... Sus poemas son la continuidad de su dramaturgia en la que desarrolla la pasividad o, dicho en otras palabras, de la blanda y porosa receptividad, ¡tantas veces acrítica!, que permite que otros decidan por las multitudes, pero también por el hombre, el ciudadano, que forma parte de aquellas, (La irresistible ascensión de Arturo Ui y Ópera de dos centavos, son un claro ejemplo de ésto). Así también sus poemas están esculpidos "al milímetro"... Poemas pensados para preguntar, cuestionar, poner en duda lugares creídos estables hasta el momento. Arriesgo aquí que una permanente tensión recorre su poesía: entre el ser y el parecer, entre lo que está y el cómo debe ser de lo que está, entre la comodidad (pasividad) y las buenas voluntades (sólo enunciadas). Cito a Roland Barthes, "En el fondo, la grandeza de Brecht, y también su soledad, consiste en que inventa sin cesar el marxismo. El tema ideológico, en Brecht, podría definirse con gran exactitud como una dinámica de hechos que mezcla la constatación y la explicación, la ética y la política: de acuerdo con la enseñanza profunda del marxismo, cada tema es a un tiempo expresión y deseo de los hombres y de las cosas, es a un tiempo cuestionador (porque desenmascara) y reconciliador (porque explica)".
Comparto aquí tres de sus poemas.


CONTRA LA SEDUCCIÓN

No se dejen seducir,
que después no habrá retorno.
El gran día se avecina,
el viento trae la noticia:
ya no habrá otro amanecer.

No se dejen engañar
que la vida no es poca cosa.
Bebanla a grandes tragos:
que no quedarán hartos
cuando la tengan que dejar.

¡No se dejen confromar!
El tiempo no les va a sobrar.
¡Qué se pudran los redimidos!
Vivir aquí es decisivo:
Nadie dispone de más.

¡No se dejen seducir!
No admitan la explotación.
¿Qué miedo los va a conmover?
Morirán como las bestias.
¡Y después no hay nada más!


NUESTRAS DERROTAS NO DEMUESTRAN NADA

Cuando los que luchan contra la injusticia
muestran sus caras ensangrentadas,
la incomodidad de los que están a salvo
es grande.

¿Por qué se quejan ustedes?, les preguntan.
¿No han combatido la injusticia? Ahora
ella los derrotó.
No protesten.

El que lucha debe saber perder.
El que busca pelea se expone al peligro.
El que enseña la violencia
no debe culpar a la violencia.

Ay, amigos.
Ustedes que están asegurados,
¿por qué tanta hostilidad?
¿Acaso somos vuestros enemigos
los que somos enemigos de la injusticia?
Cuando los que luchan contra la injusticia
están vencidos,
no por eso tiene razón la injusticia.

Nuestras derrotas lo único que demuestran
es que somos pocos
los que luchamos contra la infamia.
Y de los espectadores, esperamos
que al menos se sientan avergonzados.


ELOGIO DEL ESTUDIO

Aprende lo más simple.
¡Nunca es tarde para aquellos
cuyo tiempo ha llegado!
Aprende el alfabeto. No alcanza
¡pero apréndelo! No te desanimes.
¡Empieza ya! ¿Debes saberlo todo!
Prepárate para gobernar.

Aprende, marginado, hombre del campo,
aprende, ocupante de la cárcel,
aprende mujer atada a la cocina,
aprende, sexagenaria!
Prepárate para gobernar.
Ven a la escuela, hombre sin techo.
El saber es para ti que tienes frío.
Hambriento: toma con fuerza el libro: es un arma.
Prepárate para gobernar.

¡No temas preguntar las cosas, camarada!
No te dejes influenciar,
averigua tú mismo.
Lo que no sabes por cuenta propia
no lo sabes.
Revisa la cuenta.
Eres tú el que la paga.
Pon el dedo sobre cada cifra.
Pregunta: ¿Cómo llegó hasta aquí?
Prepárate para gobernar.



NOTA. Tomado de "80 poemas y canciones", de Bertolt Brecht.
Adriana Hidalgo Editora. Buenos Aires, 2004.

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